Proyecto
Chadín 2 presenta fallas en el estudio de impacto ambiental y no sería tan rentable (Foto:Megaproyectos.pe) |
Un proyecto hidroenergético, que se pretende erigirse en aras de la modernidad y el desarrollo, ha provocado el enfrentamiento entre los habitantes de 21 centros poblados, que colindan con el río Marañón en el departamento de Cajamarca, y la empresa AC Energía, de propiedad de la empresa Odebrecht.
Se trata de
la Represa Chadín 2, que ya tiene aprobado el estudio de impacto
ambiental, un proyecto hidroenergético que pretende en un futuro no muy lejano
embalsar sus aguas en un área de 32.5 mil km2, donde hoy habitan más
de 21 pueblos a lo largo de 50km de río. Este proyecto tendría un tramo que iría
desde el poblado de Balsas hasta Tupén Grande, en Cajamarca.
Para Milton Sánchez Cuba, secretario general de la Plataforma Interinstitucional Celendina, aseguró que este proyecto pone en riesgo la productividad de sus valles y las actividades turísticas que ahí existen, “Para nosotros los celendinos creemos que nos ha tocado una maldición, porque acá en el río Marañón, que es parte de la provincia de Celendín, han pensado represar nuestros valles en más de tres mil hectáreas, valles productivos en donde producimos cacao, frutas, coca, entonces van a represar y van a tener que desplazar a más de mil personas que viven en la zona”, señaló Cubas.
Pero en el
área en el que se ha contemplado construir el proyecto no solo es la producción
agrícola la principal fuente de ingreso de estas comunidades. Muchos afirman
que se impulsarse el turismo, este sería una importante fuente de ingresos para
las poblaciones, puesto que esta parte del río Marañón se ha convertido en el
favorito destino de los amantes del canotaje, por tratarse de un río navegable.
Según James
Contos, biólogo estadounidense, que busca la conservación de los ríos
navegables en el mundo, afirma, de acuerdo a la experiencia del río Colorado en
Estados Unidos, que de impulsarse el turismo en la zona se obtendrían
importantes ganancias para los pobladores: “quiero
que la gente del Perú conozca que este río es muy similar al río Colorado de
Estados Unidos. Y lo que hicimos en los Estados Unidos fue proteger ese río
como un parque natural. Hay más de 30 mil personas que reman en ese río en una
balsa, como casi 500 millones de dólares entran en la economía en esas partes”.
Por los valles de la zona también se realizan caminatas por las ruinas que guardan la cultura Cajamarca-Marañón, área arqueológica, que según los expertos que quedarían sumergidos por la represa y que no habrían sido tratadas a profundidad en el estudio de impacto ambiental aprobado por el ministerio de energía y minas.
José Serra,
consultor en energía y medio ambiente, hay 21 sitios arqueológicos en la zona,
los cuales merecen que haya un estudio previo antes de que en la zona sea
inundada y luego desaparecerían. “En el
plan se menciona pero no hay ningún plan de salvaguarda de los restos
arqueológicos. Se mencionan pero no se define que es lo que hay que hacer, y
eso hay que hacerlo con equipos especializados. Esa es una parte de la historia
del Perú que no se conoce”.
Debido a la
posible construcción de la represa los propietarios de las tierras a orillas
del Marañón se han organizado en rondas para no permitir el ingreso de extraños
a sus terrenos.
Por un lado
los pobladores buscan su desarrollo con las actividades productivas agrícolas y
el impulso del turismo en la zona, por otro una empresa que pretende poner en
marcha un proyecto cuya rentabilidad es menor al 12%, cifra que buscan ganar
las compañías de generación hidroeléctrica, y que incluso presenta fallas en su
estudio de impacto ambiental.
Por lo
pronto, el ministerio de energía y Minas y la Empresa Odebrecht, emitieron un
comunicado idéntico, en el que se señala que de no cumplirse las bases y estándares
técnicos de salud y seguridad ambientales y sociales como dictan organizaciones
internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el banco mundial,
no se llevará a cabo la ejecución del proyecto.